Un atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe ha sacudido la escena política en Colombia, generando preocupación sobre el resurgimiento de la violencia en el país. Según las autoridades, dos menores de edad han sido detenidos tras ser identificados como presuntos autores del ataque, uno de los cuales portaba un arma de fuego que ya ha sido asegurada para su análisis forense.
Los hechos ocurrieron cuando el senador Uribe fue atacado a tiros, con testigos reportando que uno de los agresores llegó gritando en su contra antes de abrir fuego. La situación se volvió caótica en el lugar, y gracias a la rápida respuesta de las fuerzas de seguridad, dos individuos fueron aprehendidos, aunque uno de ellos se encuentra actualmente herido y recibiendo atención médica cerca del Ministerio de Defensa.
Las autoridades han iniciado un exhaustivo proceso de investigación para determinar no solo la autoría material del ataque, sino también la posible autoría intelectual detrás de este acto violento. El análisis balístico del arma incautada se ha convertido en un elemento clave para arrojar luz sobre el caso.
La reacción de la clase política ha sido unánime, condenando el atentado y expresando su solidaridad con Uribe. Daniel Oviedo, otro precandidato a la alcaldía, hizo un llamado a la ciudadanía para orar por la salud de Uribe y abogó por un escenario político que promueva la convivencia y la tolerancia.
Este ataque marca un preocupante capítulo en la historia reciente de Colombia, que ha experimentado una disminución en la violencia política desde los años 90. La atención ahora se centra en las motivaciones detrás del ataque y en si se tratará de un incidente aislado o de un patrón más amplio que amenaza la estabilidad política del país. Las autoridades continúan investigando mientras la nación espera respuestas sobre este alarmante suceso.