En un giro dramático de los acontecimientos, el senador Miguel Uribe ha sido sometido a una cirugía cerebral de emergencia debido a un sangrado intracerebral agudo. La Fundación Santa Fe ha confirmado que Uribe, quien se encontraba en estado crítico, fue trasladado a quirófano tras presentar una hemorragia inesperada, complicando aún más su situación clínica.
La intervención, que se llevó a cabo en la madrugada del 16 de junio, es la tercera a la que el senador ha sido sometido en un corto período de tiempo. Los médicos han indicado que el sangrado puede ser consecuencia de un trauma, y han advertido que los hematomas intracerebrales son una complicación seria que puede surgir tras lesiones por proyectiles, que afectan no solo el trayecto directo, sino también el área circundante.
La familia de Uribe ha hecho un llamado a la ciudadanía para unirse en oración por su pronta recuperación, enfatizando la gravedad de su condición. “Su pronóstico neurológico es reservado”, advirtieron los médicos, lo que añade una capa de preocupación a la situación ya crítica del senador.
La comunidad política y los ciudadanos están en vilo, esperando noticias sobre la salud de Uribe. Este incidente subraya la fragilidad de la vida y la incertidumbre que rodea a aquellos que se encuentran en situaciones críticas. En este momento, el clamor por la recuperación de Miguel Uribe resuena en todo el país, mientras los médicos continúan luchando por estabilizar su condición. La urgencia de la situación no puede ser subestimada; todos los ojos están puestos en el quirófano, donde la esperanza y la ciencia se entrelazan en una lucha por la vida.