Incertidumbre y preocupación marcan la situación de salud del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien se encuentra en estado crítico tras complicaciones surgidas durante su hospitalización. Este lunes, la Fundación Santa Fe de Bogotá emitió un comunicado alarmante, informando que Uribe, quien ha estado en la clínica desde el 7 de junio tras sufrir un atentado, presenta un edema cerebral persistente y un sangrado intracerebral de difícil control.
La situación de Uribe ha generado un fuerte clima de solidaridad entre sus seguidores y ciudadanos en general, quienes se han congregado en las afueras de la clínica para elevar oraciones por su recuperación. La esposa del senador, María Claudia Tarazona, hizo un llamado a la nación para que se unan en plegarias, subrayando que este es el momento más crítico desde el atentado. “Miguel sigue luchando por su vida como nunca antes”, expresó Tarazona, destacando la importancia de la fe y el apoyo comunitario en estos momentos difíciles.
Desde su ingreso, Uribe ha estado bajo constante atención médica, con múltiples partes médicos que han reflejado su estado inestable. La jornada de este lunes comenzó con un primer informe que indicaba una condición regular, pero rápidamente se tornó sombría, llevando a los médicos a realizar una intervención quirúrgica de urgencia. La última actualización, emitida a las 3:40 de la tarde, reveló que su condición es de “máxima gravedad”.
En medio de esta crisis, la comunidad ha respondido con un acto de unidad, con cientos de personas arrodillándose en el altar improvisado que se ha creado en honor a Uribe. Este altar, adornado con velas y flores, simboliza la esperanza colectiva de una pronta recuperación. La situación no solo ha conmovido a sus seres queridos, sino que ha resonado en todo el país, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia y apoyo en tiempos de adversidad. La incertidumbre persiste, pero la fe de muchos sigue intacta, aguardando noticias más alentadoras.