En un giro escalofriante de los acontecimientos, Catherine Martínez, conocida como alias “Gabriela”, de 19 años, fue enviada a prisión tras ser implicada en el atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Durante la audiencia, la juez 56 penal municipal de garantías no pudo contener su indignación al observar la risa burlona de la joven, un gesto que evidenció su desprecio por la vida y la gravedad de los delitos que enfrenta.
La Fiscalía General presentó pruebas contundentes que vinculan a “Gabriela” con el ataque sicarial ocurrido el 7 de junio en Bogotá. Según los investigadores, su papel fue clave: ella no solo organizó el transporte para el sicario, sino que también le proporcionó el arma utilizada en el atentado. En una escalofriante secuencia de eventos, alias “Gabriela” fue vista en varias grabaciones de seguridad, siguiendo de cerca al atacante antes de que se perpetrara el ataque contra Uribe Turbay.
La audiencia reveló que la joven había solicitado un servicio de transporte a su hogar en Usme, dirigiéndose al barrio Modelia, donde se llevaría a cabo el ataque. Durante el trayecto, recibió múltiples llamadas, presuntamente de su cómplice, alias “el costeño”, quien le urgía a llegar más rápido. La gravedad de su implicación podría llevarla a enfrentar hasta 29 años de prisión.
Con la evidencia acumulada y su actitud desafiante en la sala del tribunal, la situación de alias “Gabriela” se torna crítica. La reacción de la juez subraya la seriedad del caso y el creciente temor en la sociedad ante la violencia política. La justicia parece estar en marcha, pero el eco de este atentado resuena en la capital, dejando a todos preguntándose: ¿hasta dónde llegará la violencia en la carrera electoral?