“Irán habría sellado su destino si ha lanzado un misil balístico intercontinental.”


Irán ha cruzado una línea peligrosa al lanzar un misil balístico intercontinental, el Corramsar 4, contra Israel, un acto que podría ser considerado como la firma de su propia sentencia de muerte. En un contexto de creciente tensión, las alarmas han sonado en todo Israel, mientras la agencia FARS confirma que se han detectado de dos a tres lanzamientos de misiles. Este misil, que puede alcanzar hasta 18 veces la velocidad del sonido y tiene capacidad nuclear, marca un escalón crítico en la escalada del conflicto.

La situación es de máxima alerta. Donald Trump ha respondido con un ultimátum, y la comunidad internacional observa con preocupación. La posibilidad de que Estados Unidos y Reino Unido se involucren militarmente se vuelve más tangible ante la amenaza iraní. Aviones de combate estadounidenses ya están en el aire, listos para actuar.

El líder iraní, Ali Khamenei, ha advertido que no se rendirá, y las consecuencias podrían ser devastadoras. La estrategia del régimen de los Ayatolás parece ser arriesgada: si no negocian, podrían optar por una guerra total. La comunidad internacional no puede permitir que un régimen criminal como el de Irán continúe sus agresiones sin respuesta.

Este lanzamiento de misiles no solo podría desatar un conflicto a gran escala, sino que también representa un desafío directo al orden internacional. La supervivencia de Israel y la estabilidad en la región están en juego. Las decisiones que se tomen en las próximas horas serán cruciales. El mundo observa, conteniendo la respiración, a la espera de la respuesta que podría cambiar el curso de la historia.