**La Manipulación Política Tras el Asesinato de Valeria Márquez: Un Análisis Crudo**
El trágico asesinato de Valeria Márquez, una influencer mexicana, ha sido utilizado como un arma política en Estados Unidos, revelando la complejidad de la desinformación mediática. Recientemente, el Departamento del Tesoro de EE. UU. sancionó a líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), insinuando que uno de ellos podría estar vinculado al crimen de Márquez. Sin embargo, esta afirmación ha sido desmentida por expertos, quienes cuestionan la veracidad de la información y su origen.
Durante una transmisión en vivo, un comentarista de Mafian TV expuso que la supuesta conexión entre el CJNG y el asesinato de Valeria es una cortina de humo, diseñada para desviar la atención de problemas más profundos en México. El Departamento del Tesoro, encargado de asuntos financieros y no de investigaciones criminales, no tiene la autoridad ni la capacidad para determinar culpabilidades en el caso de Márquez. A pesar de esto, los medios mexicanos han difundido la narrativa de que ya hay un sospechoso, creando una confusión alarmante entre la audiencia.
La desinformación se ha propagado rápidamente, con titulares que afirman que “Estados Unidos ya tiene al responsable”, cuando en realidad, esta información proviene de un departamento que se ocupa de la economía, no de la justicia penal. La irresponsabilidad de los medios es evidente, pues han omitido el contexto necesario para entender la situación.
Este escándalo pone de manifiesto la necesidad urgente de una mayor responsabilidad en la cobertura periodística, especialmente en casos tan sensibles como el feminicidio. La política y el crimen organizado se entrelazan en un juego peligroso, donde la verdad se convierte en una víctima más. La justicia para Valeria Márquez no solo depende de las investigaciones locales, sino también de la capacidad de los medios para informar con precisión y ética.