A sus 55 años, El General rompe el silencio y deja al mundo CONMOCIONADO.


**El General: De Rey del Reggaetón a Mensajero de Fe, Un Viaje Impactante a los 55 Años**

A sus 55 años, El General, el icónico pionero del reggaetón, ha dejado a todos boquiabiertos al romper su silencio sobre su sorprendente transformación personal. En un impactante video, el artista panameño que hizo vibrar al mundo con éxitos como “Muévelo” y “Te ves buena”, revela que su vida de fama y fortuna se convirtió en una trampa disfrazada de gloria, llevándolo a un profundo conflicto interno que lo llevó a renunciar a su carrera musical.

Edgardo Franco, conocido como El General, confiesa que cada aplauso y cada contrato lo alejaban de su verdadera esencia. “Me sentía vacío”, dice con voz temblorosa, recordando cómo el éxito lo llevó a un abismo de soledad. A pesar de haber sido la voz de la fiesta, su alma clamaba por redención. En un momento de revelación, vio a un grupo de testigos de Jehová predicando en la calle y decidió que era hora de regresar a sus raíces espirituales.

El artista, que había conquistado el corazón de millones, ahora se dedica a predicar de puerta en puerta, llevando un mensaje de fe y perdón. “Hoy busco almas, no escenarios”, afirma con determinación. Su historia es un poderoso recordatorio de que incluso las estrellas más brillantes pueden encontrar la paz al dejar atrás el ruido del mundo.

Con una mezcla de nostalgia y arrepentimiento, El General comparte cómo sus letras, en su momento, eran un reflejo de su lucha interna. “Todo lo que logré fue un trofeo de Satanás”, dice, mientras se aleja de la vida de excesos que una vez lo definió. Ahora, su misión es clara: usar su voz para despertar conciencias y guiar a otros hacia la luz.

El regreso de El General a la vida espiritual no solo es un testimonio de su transformación personal, sino también un llamado a la reflexión sobre el verdadero significado del éxito. Su historia, que va más allá de la música, nos invita a cuestionar lo que realmente valoramos en nuestras vidas.