En un giro impactante en la investigación del atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe, las autoridades han revelado un informe policial que detalla la captura de Caterina Andrea Martínez, alias “Gabriela”. Esta mujer, arrestada en Caquetá, es acusada de ser la última persona en tener contacto con el sicario que perpetró el ataque el pasado 7 de junio en el barrio Modelia de Bogotá.
El informe indica que “Gabriela” organizó el traslado del asesino a través de un servicio de moto y le proporcionó un arma antes de que se llevara a cabo el atentado. La fiscalía ha presentado pruebas contundentes, incluyendo un análisis morfológico que vincula a Martínez con las grabaciones de seguridad del día del ataque. En su maleta, la policía encontró 1,100,000 pesos y dos teléfonos celulares, uno de los cuales podría pertenecer al joven sicario.
Durante la audiencia, la joven de 19 años mostró una preocupante falta de respeto hacia la gravedad de los cargos, riéndose mientras el juez discutía la posibilidad de una condena de 29 años de prisión. Su defensa alegó que su presencia en la escena se debió a amenazas, pero la fiscalía sostiene que su implicación es clara y directa.
Mientras tanto, la comunidad de Modelia se encuentra sumida en el miedo y la incertidumbre. Los residentes, que alguna vez consideraron su barrio un lugar seguro, ahora enfrentan una atmósfera de tensión y desconfianza. “Es triste porque antes era muy tranquilo”, comentó un comerciante local, reflejando el impacto que el atentado ha tenido en la vida cotidiana de los vecinos.
A las 8 de la mañana se llevará a cabo una misa en la Iglesia Santa Clara, donde la familia Uribe Turbay se reunirá para orar por la salud de Miguel Uribe, quien sigue en tratamiento tras el ataque. La angustia y el temor persisten en Modelia, donde los habitantes exigen mayor seguridad y justicia. La comunidad clama por respuestas y la captura de todos los involucrados en este atroz acto de violencia.