“Irán está sorprendiendo a Israel con sus misiles. Solo Estados Unidos puede salvarlo”. José Manjón


En un giro impactante en el conflicto de Oriente Medio, Irán ha desatado una nueva ola de ataques con misiles hipersónicos, sorprendiendo a Israel y poniendo en jaque la estabilidad de la región. En las últimas 48 horas, se han lanzado al menos 15 misiles, causando daños significativos, incluido un ataque en el hospital Soroca y en la bolsa de valores de Tel Aviv. La situación es crítica y el tiempo apremia, mientras el mundo observa con preocupación.

Israel, que ha sido considerado un bastión de poder en la región, muestra signos de debilidad. La famosa “cúpula de hierro” israelí, que ha protegido al país de ataques anteriores, parece estar al borde del agotamiento, incapaz de interceptar la creciente cantidad de misiles lanzados por Teherán. La escalada de hostilidades pone en relieve un peligroso juego de poder, donde las grandes potencias, desde Estados Unidos hasta Rusia y China, juegan sus cartas en un tablero geopolítico volátil.

La administración de Donald Trump se encuentra en una encrucijada, debatiendo si intervenir militarmente. Las voces dentro de Estados Unidos están divididas; algunos advierten que un ataque podría desencadenar un conflicto más amplio, similar a las guerras de Irak. La retórica belicista de Irán, que amenaza con acciones más agresivas, añade una capa de tensión a la ya compleja situación.

Mientras tanto, la comunidad internacional se agita, con reuniones urgentes entre diplomáticos europeos e iraníes en un intento por evitar un desastre mayor. La posibilidad de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní se presenta como un rayo de esperanza en medio del caos.

La pregunta que queda en el aire es si Estados Unidos, al ser el único aliado estratégico de Israel, decidirá actuar y, de ser así, a qué costo. La historia de Oriente Medio está en juego, y el mundo observa, temeroso de las consecuencias de una guerra que podría desatarse en cualquier momento.