**¡Un Golpe a la Consulta Popular! La Registraduría Destruye las Esperanzas de Petro**
En un giro inesperado que sacudió el panorama político colombiano, la Registraduría Nacional ha aplastado la solicitud de consulta popular presentada por el presidente Gustavo Petro. En una declaración impactante, se reveló que el Senado de la República negó el concepto favorable para la convocatoria de la consulta el pasado 14 de mayo, dejando al gobierno en una situación complicada y llena de incertidumbre.
El registrador nacional expuso que, a pesar de la reciente comunicación del ministro del interior que anunciaba la convocatoria a la consulta para el 7 de agosto, este proceso enfrenta serios obstáculos jurídicos. La controversia entre el Senado y el Ejecutivo ha puesto de manifiesto una crisis institucional, donde se cuestiona la validez de la decisión del Senado y se plantea un dilema sobre la constitucionalidad de la convocatoria.
Con un tiempo limitado de apenas 53 días para llevar a cabo una consulta de tal magnitud, el registrador advirtió que no es materialmente posible organizarla adecuadamente. Se requieren, al menos, tres meses para garantizar un proceso electoral transparente y efectivo, lo que pone en jaque las aspiraciones del gobierno. La logística de distribuir material electoral a 67 países y capacitar a 650,000 jurados añade una capa de complejidad que parece insuperable en el tiempo restante.
El costo de esta consulta, estimado en 750,000 millones de pesos, también plantea interrogantes sobre la viabilidad financiera del proyecto. La Registraduría subraya la necesidad de prudencia ante un posible detrimento patrimonial para el Estado, lo que podría desencadenar investigaciones disciplinarias y penales.
Con el telón de fondo de un país dividido y un clima político tenso, la decisión de la Registraduría resuena como un eco de la fragilidad del proceso democrático en Colombia. La pregunta ahora es: ¿qué pasará con la consulta popular y cómo responderá el gobierno ante este nuevo desafío? La respuesta podría cambiar el rumbo de la política nacional en los próximos meses.