TN EN ISRAEL I Nelson Castro explicó que por ahora la posibilidad de firmar la paz parece lejana.


**Título: La Paz lejana: La situación en Israel y el asedio de Irán se intensifican**

En un contexto de creciente tensión y violencia, Israel enfrenta una nueva jornada de ataques por parte de Irán, mientras la posibilidad de una paz duradera se aleja más que nunca. Las alarmas han sonado en Tel Aviv, Haifa y el sur de Israel, donde los misiles han impactado en áreas civiles, incluyendo el hospital de Soroca, un símbolo de asistencia humanitaria en medio del conflicto.

Nelson Castro, corresponsal de TN, reporta desde el terreno que la situación es dramática. Los ataques no solo están dirigidos a objetivos militares, sino que también buscan desmoralizar a la población civil israelí. “La gente, aunque intenta salir a la calle, se ve obligada a refugiarse en búnkeres, viviendo con un miedo palpable”, relata Castro, enfatizando el impacto emocional que estos ataques están teniendo en la población.

La Casa Blanca ha abierto un compás de espera de dos semanas en un intento por negociar con el régimen iraní y poner freno a su carrera armamentística nuclear. Sin embargo, las declaraciones de los líderes israelíes, incluido el primer ministro Netanyahu, sugieren que la paz no está en la agenda. “La posibilidad de un acuerdo de paz está fuera de discusión”, afirma Castro, mientras se prepara un contraataque israelí que podría intensificarse en las próximas horas.

El Reino Unido ha tomado la decisión de retirar a su personal de la embajada en Irán, lo que refleja la creciente preocupación por un conflicto a gran escala. “Estamos ante una campaña prolongada”, advierte el jefe del Estado Mayor israelí, subrayando que las fuerzas de defensa están listas para lo que venga.

Las tensiones se ven agravadas por el hecho de que el régimen iraní ha declarado que consideraría una vía diplomática solo si Israel cesa sus ataques. “Esto está fuera de la mesa para Netanyahu”, señala Castro, quien también destaca la complejidad de la situación, donde los ataques aéreos no solo afectan a las fuerzas militares, sino que también impactan a la población civil, un hecho que convierte este conflicto en uno de los más difíciles de la historia reciente.

Mientras tanto, la comunidad internacional observa con escepticismo. Aunque se han llevado a cabo reuniones diplomáticas de alto nivel, las perspectivas de una solución pacífica parecen sombrías. La única opción que se plantea es la rendición de Irán, algo que se vislumbra como políticamente inviable para el régimen de los ayatolás.

La incertidumbre se cierne sobre la región, y con cada nuevo ataque, la pregunta que resuena es: ¿hasta dónde llegará esta escalada de violencia? Con la población civil en el centro de la tormenta, el futuro de Israel y de su relación con Irán se dibuja cada vez más incierto. La paz, por ahora, parece ser un sueño lejano en medio de un conflicto que no muestra señales de cesar.