En un giro dramático de los acontecimientos, el senador Miguel Uribe Turbay se encuentra en este momento bajo el quirófano, enfrentando una nueva cirugía crucial para su recuperación tras el atentado del 7 de junio. Su esposa, María Claudia Tarazona, ha compartido un emotivo mensaje en redes sociales, expresando su fe inquebrantable y la esperanza de que todo salga bien. “Estoy aquí a tu lado, sosteniendo a nuestra familia”, escribió, mientras la nación se une en oración por su pronta recuperación.
Mientras tanto, el caso del atentado se vuelve más escalofriante. Los sicarios involucrados han comenzado a hablar con la Fiscalía, revelando detalles inquietantes sobre la planificación del ataque. Catherine Martínez, alias “Gabriela”, de solo 19 años, ha confesado que fue contactada para conseguir un joven sicario dispuesto a cometer el asesinato. A través de su declaración, se ha destapado una red de complicidad que involucra a varios actores y un plan meticuloso para eliminar a Uribe, quien lucha por su vida en la Fundación Santa Fe.
Las revelaciones son impactantes: se planeaba eliminar a los cómplices para no dejar cabos sueltos. “Necesitaban acabar con la cola”, dijo Martínez, refiriéndose a las medidas extremas que se tomaron para cubrir sus huellas. Las autoridades están tras la pista del principal cerebro detrás del atentado, conocido como “el costeño”, mientras la tensión en el país aumenta.
Los colombianos observan con inquietud cómo se desarrolla esta situación crítica. La vida de Uribe, un importante actor político del país, pende de un hilo, y su posible pérdida podría tener repercusiones profundas en el panorama político de Colombia. La nación espera con ansias noticias sobre su estado de salud y la resolución de este oscuro capítulo que ha sacudido a la sociedad.