Polémica por la presencia de delincuentes en el escenario donde estuvo el presidente Petro, en Medellín.


**Título: La Tarima de la Controversia: Gustavo Petro y los Cabecillas Criminales en Medellín**

La presencia de nueve cabecillas de bandas criminales en una tarima junto al presidente Gustavo Petro durante un evento en Medellín ha desatado una tormenta de críticas y cuestionamientos en Colombia. Este fin de semana, el mandatario compartió el escenario con figuras del crimen organizado, lo que ha generado un intenso debate sobre la legitimidad y las implicaciones de tal acto en un país que aún lucha con las cicatrices de la violencia.

La defensora del pueblo, Iris Marín Ortiz, fue clara al señalar que “las tarimas no son un lugar propicio para responsables de crímenes”. Su advertencia resuena en un contexto donde las víctimas de la violencia claman por justicia y reconocimiento. Las voces de expertos y líderes políticos se han alzado, denunciando que la presencia de estos criminales en un evento público es una afrenta a quienes han sufrido en carne propia el horror del conflicto.

El evento, que se llevó a cabo en la plazoleta de la Alpujarra, fue descrito como un hecho sin precedentes en la historia del país. Las críticas no se han hecho esperar, con declaraciones contundentes que cuestionan la decisión del presidente de rodearse de criminales en un momento tan crucial para la política de paz en Colombia. “Este acto representa un nuevo punto de quiebre en la institucionalidad de nuestro país”, afirmaron algunos detractores, mientras que otros advierten que normalizar la presencia de delincuentes en la política es un peligroso precedente.

Desde el gobierno, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, se mostró sorprendido por la situación y enfatizó que su cartera solo acompaña procesos de paz. Sin embargo, la falta de coordinación entre el gobierno nacional y las autoridades locales ha sido un tema recurrente en las críticas. El expresidente César Gaviria también se pronunció, expresando su indignación por la decisión de Petro de permitir que estos criminales tuviesen un espacio de honor en un evento oficial.

Mientras la controversia se intensifica, la senadora Isabel Cristina Zuleta defendió la participación de las víctimas en el evento, argumentando que el diálogo es la única vía para lograr la paz. Sin embargo, la división entre quienes apoyan y critican esta estrategia se hace cada vez más evidente, dejando a la sociedad colombiana en un estado de incertidumbre sobre el futuro del proceso de paz. La pregunta persiste: ¿es este el camino hacia una reconciliación genuina o un paso atrás en la lucha por la justicia?