Niños invaden la sala de prensa de la Casa Blanca y ponen en aprietos a Leavitt
En un sorprendente giro de eventos, la sala de prensa de la Casa Blanca se transformó hoy en un bullicioso escenario infantil, cuando un grupo de niños tomó el control durante el “Día de llevar a los hijos al trabajo”. Con un torrente de preguntas curiosas, estos mini reporteros pusieron en jaque a la secretaria de prensa, Karine Leavitt, desafiándola con interrogantes que iban desde la preferencia del presidente por los abrazos hasta cuestiones más candentes sobre despidos en la administración.
Leavitt, visiblemente sorprendida, tuvo que navegar por la marea de inquietudes infantiles, respondiendo que solo un empleado había renunciado. Pero las sorpresas no terminaron ahí: el presidente, quien se unió a la festividad, se dejó llevar y bailó al ritmo de “YMCA”, generando risas y aplausos entre los pequeños presentes.
El evento, que buscaba crear un ambiente familiar en la Casa Blanca, se volvió un espectáculo inesperado de espontaneidad y alegría. Mientras los niños decoraban banderas de Estados Unidos junto a la primera dama, la atmósfera se llenó de creatividad y diversión, contrastando con las tensiones políticas actuales.
Este fenómeno de los “mini reporteros” no solo brindó un respiro a la seriedad de la política, sino que también dejó claro que incluso en la Casa Blanca, la curiosidad infantil puede desarmar a los más expertos en comunicación. La jornada concluyó con sonrisas y una lección sobre la importancia de escuchar a las nuevas generaciones, recordando a todos que la inocencia y la curiosidad no conocen límites, ni siquiera en los pasillos del poder.