Un trágico giro en la historia de Valeria Márquez, la influencer asesinada, ha emergido a la luz tras la revelación de que su empleada, Erika, fue quien apagó el video en vivo justo después del horrendo crimen. La abogada de Erika, Jazmínez Camilla, ha declarado que su clienta se encontraba en estado de shock y que su única intención era evitar que las últimas imágenes de Valeria, víctima de feminicidio, fueran difundidas en las redes sociales.
Erika, quien trabajaba en el salón de belleza de Valeria ofreciendo servicios de uñas, se encontraba en el lugar por motivos laborales. La abogada enfatizó que su presencia no tenía relación con el crimen, sino que era parte de su trabajo diario. Sin embargo, su decisión de cortar la transmisión en vivo se ha convertido en un acto significativo en medio del caos. “No quería que Valeria fuera vista de esa forma”, expresó Camilla, reflejando la angustia y el desasosiego de la situación.
La escena es desgarradora: Erika, la última persona visible en cámara, claramente afectada, decidió tomar medidas drásticas en un momento de crisis. La comunidad está en shock, y las redes sociales se inundan de reacciones ante la brutalidad del feminicidio que ha sacudido a la sociedad. La muerte de Valeria Márquez no solo ha dejado un vacío en su círculo cercano, sino que también resalta la alarmante problemática de la violencia de género en el país.
Las autoridades investigan el caso con urgencia, y la abogada ha asegurado que Erika cooperará plenamente en la investigación. La tragedia de Valeria es un recordatorio doloroso de la lucha constante contra el feminicidio y la necesidad de atención inmediata a estas alarmantes situaciones. La comunidad exige justicia y respuestas rápidas, mientras el eco de esta tragedia resuena en cada rincón.