Un nuevo giro en el caso de Valeria Márquez, la influencer asesinada en plena transmisión en vivo, ha desatado una ola de indignación y cuestionamientos. Los videos captados por el sistema C5 revelan un escape meticulosamente planeado por los perpetradores, sugiriendo una preocupante complicidad interna que sacude las bases de la confianza en las fuerzas del orden.
Las imágenes, que han sido filtradas y ahora circulan en redes sociales, muestran cómo los criminales huyeron sin titubeos, eludiendo zonas vigiladas y puntos de control de manera precisa. Expertos en seguridad señalan que esta fuga no fue un acto improvisado, sino parte de un plan orquestado con información privilegiada. ¿Quién facilitó esa información?
La madre de Valeria clama justicia, afirmando que su hija fue traicionada por aquellos en quienes confiaba. Allegados han revelado que Valeria se sentía observada días antes del ataque, sumando a la creciente lista de sospechas sobre sus amigas cercanas, quienes estaban presentes durante el trágico momento. La ausencia de reacciones visibles y el silencio posterior de estas mujeres han encendido alarmas entre los investigadores.
La desaparición de las cámaras de seguridad del salón de belleza donde ocurrió el ataque añade una capa de misterio y encubrimiento al caso. Esta situación no parece ser un simple fallo técnico, sino un acto deliberado que busca ocultar la verdad detrás de un crimen que ha conmocionado al país.
La fiscalía enfrenta críticas por su aparente inacción y lentitud en esclarecer los hechos. La presión social crece mientras la búsqueda de respuestas se intensifica. ¿Qué más se oculta detrás de este oscuro entramado? La comunidad exige justicia, y la verdad debe salir a la luz.