La ahijada del Papa León XIV, Mildret, ha expresado su deseo de reunirse con su padrino, un sentimiento que resuena con nostalgia y admiración por su trayectoria. En una reciente entrevista, Mildret, quien es madre de dos pequeñas y devota de San Juan Pablo II, compartió sus recuerdos sobre el Papa, el padre Prebos, desde su infancia hasta la actualidad.
Héctor Camacho, el padre de Mildret, recordó su relación con el Papa desde sus años como acólito adolescente. Resaltó cómo el padre Prebos siempre inculcó valores de fe y respeto, y cómo su influencia fue determinante en su vida. “Él nos enseñó a ser personas de bien y a esforzarnos”, mencionó Camacho. La conexión entre Mildret y el Papa se consolidó cuando él aceptó ser el padrino de su hija, a quien llamó Mildret en honor a su madre fallecida.
Mildret, ahora con 29 años, anhela volver a ver a su padrino y ha expresado su disposición a acampar en la calle para recibirlo si visita Perú. “Me encantaría decirle que estamos orgullosos de él y que lo admiramos desde pequeñas”, afirmó. Su última interacción con el Papa ocurrió en su cumpleaños, donde él le recordó la importancia de vivir con alegría y mantener la fe.
El contexto de esta conexión se ve enriquecido por la historia del padre Prebos, quien está en proceso de ser beatificado. Se prevé que sus restos sean trasladados a Chulucanas en junio próximo, un evento que podría contar con la participación del Papa. Este hecho ha despertado un profundo sentido de comunidad y esperanza entre los pobladores de Chulucanas, donde se construye un mausoleo en honor al sacerdote.
Mildret, emocionada por la posibilidad de un reencuentro, mantiene la esperanza viva y sigue enviando sus oraciones a su padrino, quien ha dedicado su vida al servicio de Dios y al bienestar de los demás.