Mario Bezares, a sus 66 años, ha sacudido a México con una revelación explosiva sobre el asesinato de su amigo y compañero Paco Stanley, un crimen que ha dejado cicatrices profundas en la memoria colectiva del país. En una impactante confesión desde la Casa de los Famosos México, Bezares ha admitido que Paco se metió con un narcotraficante, sugiriendo que esta pudo ser la verdadera razón detrás del asesinato que conmocionó a la nación el 7 de junio de 1999.
Con voz firme pero visiblemente afectada, Bezares compartió detalles desgarradores sobre ese fatídico día. “Yo estuve ahí y esas últimas palabras jamás las voy a olvidar”, reveló, mientras narraba la pesadilla que vivió tras ser señalado como el traidor. A través de su relato, se vislumbra un entramado de traiciones, rumores y manipulaciones que llevaron a su arresto y a la destrucción de su vida.
Las acusaciones sobre un complot, que involucraban a su esposa Paola y a otros, no solo dañaron su reputación, sino que desintegraron su familia. “Me engañaron. Me dijeron que era solo para declarar, pero ya tenían todo preparado para arrestarme”, confesó Bezares, quien recordó el dolor de ser tratado como un culpable ante una opinión pública sedienta de justicia.
Las revelaciones no se detuvieron ahí. Bezares compartió que la presión ejercida sobre los testigos lo convirtió en un chivo expiatorio, resaltando la manipulación que se dio dentro del sistema judicial. La historia de su vida se convirtió en un espectáculo mediático, y la imagen de traición lo persiguió durante años.
El eco del asesinato de Paco Stanley sigue resonando en la cultura mexicana, y con las nuevas declaraciones de Bezares, se reabren viejas heridas que nunca sanaron. “Por favor, dejen descansar a Paco. No reabran una herida que nunca cerró del todo”, imploró, evidenciando el peso de un pasado que aún atormenta a quienes quedaron atrás. La verdad, aún velada, sigue siendo un fantasma que acecha el recuerdo del carismático conductor.