La herencia de Rubby Pérez generará conflictos entre Zulinka y sus mujeres.


La muerte del icónico merenguero Rubby Pérez ha desencadenado un torbellino de conflictos familiares y mediáticos en un país que lo idolatró. Apenas una semana después de su fallecimiento, su hija mayor, Sulinka Pérez, ha encendido la controversia al revelar secretos familiares que muchos preferirían dejar en el olvido. En una emotiva entrevista, Sulinka expuso que su padre no solo fue un artista monumental, sino también un hombre cargado de fallas y sombras. “No quiero que su historia se cuente solo por quienes aparecen cuando ya no está”, declaró con firmeza.

Los rumores sobre una herencia disputada han comenzado a circular. Rubby tuvo siete hijos, cuatro reconocidos y tres no oficiales, y ahora, varios de ellos han alzado la voz exigiendo reconocimiento. La situación se agrava con la aparición de un testamento no oficial que supuestamente favorece a Ana Beatriz, una de las últimas relaciones del artista, desatando la ira de Sulinka y su madre, Inés Lizardo, quien ha mantenido un perfil bajo en medio del escándalo.

El duelo familiar se ha transformado en un circo mediático donde se critican las decisiones pasadas de Rubby y su entorno. Sulinka, lejos de huir del conflicto, ha prometido luchar por la verdad y la justicia, incluso anunciando una demanda contra los responsables del local donde su padre perdió la vida en un trágico colapso. “No se trata solo de mi padre, se trata de evitar que otros sufran lo mismo”, enfatizó.

Mientras tanto, el legado de Rubby Pérez se encuentra en la cuerda floja, con un nuevo grupo musical que lleva su nombre bajo la dirección de Sulinka. Sin embargo, la tensión es palpable entre los músicos que trabajaron con el artista, muchos de los cuales sienten que su contribución ha sido ignorada. La historia de Rubby se ha vuelto un reflejo de una lucha por la verdad, la memoria y el derecho a contar su propia narrativa en medio del bullicio de un país que, a pesar de su pérdida, no puede dejar de hablar de él.