El cantante de música regional mexicana, Luis R. Conriquez, se encuentra en el ojo del huracán tras el trágico asesinato de la influencer Valeria Márquez, ocurrido en un salón de belleza en Zapopan, Jalisco. La joven de 23 años fue atacada a tiros mientras realizaba una transmisión en vivo, un acto violento que ha conmocionado a la comunidad y ha desatado rumores en torno a su relación con el famoso artista.
Márquez, conocida por su carisma y presencia en redes sociales, había compartido un costoso regalo que la hizo sentir amenazada poco antes de su muerte. Su nombre fue rápidamente asociado con el de Conriquez, quien la había elegido como modelo para un video musical hace un año. Sin embargo, el cantante salió al paso de las especulaciones, asegurando que apenas la saludó durante la grabación y que, hasta el momento del trágico evento, no había tenido trato personal con ella.
Conriquez también se vio obligado a desmentir rumores que lo vinculaban con el crimen organizado, alegando que no tiene conexión alguna con actividades ilícitas. “No tengo nada que ver con esto”, afirmó el cantante, mientras las autoridades continúan con la investigación de este crimen que ha dejado más preguntas que respuestas.
Las calles de Zapopan, donde ocurrió el ataque, permanecen tensas, y los fans de Valeria Márquez exigen justicia. La falta de indicios oficiales que impliquen a Conriquez en el caso no ha detenido la especulación pública, reflejando el clima de incertidumbre que envuelve a estos trágicos acontecimientos. Las redes sociales están inundadas de mensajes de apoyo a la familia de la influencer y de condena hacia la violencia que azota la región.
Este suceso ha puesto de relieve la fragilidad de la vida de figuras públicas en un entorno marcado por la violencia y los peligros ocultos, mientras la comunidad espera respuestas y justicia en medio de este sombrío panorama.