El Cardenal Prevost aborda los principales problemas de la Iglesia
En una reciente entrevista, el Cardenal Prevost, quien ha asumido un papel clave en la Iglesia Católica, ha destacado los desafíos cruciales que enfrenta la institución en la actualidad. Hablando con la Orden de San Agustín, Prevost se refirió a la necesidad de abordar temas como el ministerio juvenil, las vocaciones laicales y las transformaciones dentro de la comunidad global. Aunque la misión universal de la Iglesia de propagar el evangelio sigue siendo constante, Prevost enfatizó que las prioridades varían drásticamente entre países y diócesis, lo que complica la identificación de un único problema que deba ser priorizado.
Durante su mandato como Prior General de los Agustinianos, Prevost adquirió una comprensión profunda de la diversidad cultural y lingüística que caracteriza a la Iglesia en todo el mundo. Señaló que los retos en Italia son radicalmente diferentes a los de España, Estados Unidos, Perú o China. Esta pluralidad de realidades hace que la Iglesia deba ser ágil y adaptativa en su enfoque.
El Cardenal también abordó la preocupante disminución de vocaciones religiosas y el desconectado vínculo entre los jóvenes y la Iglesia. A pesar de la existencia de miles de jóvenes buscando maneras de vivir su fe, Prevost sostiene que la verdadera prioridad no debería ser la búsqueda de vocaciones, sino más bien la vivencia auténtica del evangelio. “Si logramos vivir nuestra fe de manera más plena e inclusiva, las vocaciones seguirán surgiendo”, afirmó.
Prevost también destacó el papel crucial de los laicos en la Iglesia, instando a que, aunque no deben asumir el rol del clero, es fundamental que vivan su vocación bautismal con claridad. En un contexto de desafíos emergentes, tanto en el mundo como dentro de la Iglesia, Prevost subrayó la importancia de estar abiertos al cambio, al mismo tiempo que se respeta la rica tradición que ha evolucionado a lo largo de los años.
Ahora, como Papa, el ex Cardenal Prevost enfrentará estos retos con la experiencia y la sabiduría adquiridas, buscando guiar a la Iglesia a través de un período de transformación y renovación.