**El Papa León XIV provoca indignación en la comunidad LGBTQ+ con su reciente discurso**
En un giro inesperado que ha sacudido los cimientos de la Iglesia Católica, el Papa León XIV, quien asumió el pontificado hace apenas una semana, ha generado una ola de reacciones furiosas entre la comunidad LGBTQ+ tras sus recientes declaraciones sobre la familia. Durante su primera comparecencia formal el 17 de mayo de 2025, el pontífice afirmó que “la familia, tal como Dios la diseñó, se basa en la unión estable entre un hombre y una mujer”, un mensaje que, aunque parecía sencillo, impactó profundamente en el clima social actual.
Las palabras de León XIV resonaron en todo el mundo y provocaron un aluvión de críticas en las redes sociales, donde el hashtag #NotMyPope comenzó a tomar fuerza en múltiples países. Activistas LGBTQ+ manifestaron su descontento, señalando que sus comentarios perpetúan la exclusión y el dolor dentro de la comunidad. En Roma, un mural que representaba al Papa Francisco abrazando a una pareja del mismo sexo fue vandalizado con la frase “Papa retrógrado”, mientras que marchas en Boston llevaban pancartas que decían “Esto no es amor”.
La reacción de la Iglesia fue notablemente silenciosa, sin aclaraciones ni intentos de mitigar la controversia. Mientras el mundo clamaba por una respuesta, León XIV permaneció firme en su postura, reafirmando que “no se necesita aclaración para la verdad”. Este enfoque radical ha dividido opiniones dentro de la misma Iglesia, donde algunos líderes eclesiásticos temen que sus palabras agraven aún más la ya frágil relación entre la jerarquía católica y la comunidad LGBTQ+.
Las palabras del Papa no son solo un eco de su visión teológica; son un recordatorio de la tensión persistente entre la tradición y la modernidad en el seno de la Iglesia. En un momento en que muchos esperaban un cambio hacia una mayor inclusión, León XIV parece optar por mantener una postura de firmeza doctrinal, dejando claro que, en su papado, la verdad no será sacrificada en nombre de la popularidad. La comunidad católica y el mundo en general observan con expectación cómo se desarrollará esta crisis en los próximos días.