**Franco Colapinto: El piloto argentino que sacudió el paddock de la F1 exigiendo el despido de su ingeniero**
En un giro inesperado y explosivo en la Fórmula 1, el joven piloto argentino Franco Colapinto ha hecho temblar los cimientos del equipo Alpine al exigir, en plena carrera, el despido de su ingeniero de pista. Este episodio, que parece sacado de una telenovela, se desató durante el Gran Premio de Mónaco, donde Colapinto, después de una actuación frustrante, se plantó en el box y dejó claro que no toleraría más decisiones que lo perjudicaran.
La tensión comenzó a gestarse durante la clasificación. Colapinto, en un intento por avanzar a la Q2, fue llamado a boxes en un momento crucial por su ingeniero, Gilles, un movimiento que el piloto consideró un error monumental. “Tenía ritmo”, declaró Colapinto, dejando entrever su descontento. La situación escaló durante la carrera, donde el argentino, frustrado y con un auto que se asemejaba más a un Renault Clio que a un Alpine, lanzó críticas sutiles por radio, cuestionando las decisiones estratégicas de su equipo.
Al finalizar la carrera, la furia de Colapinto fue palpable. Frente a un grupo de periodistas y miembros del equipo, exigió el despido de Gilles, haciendo una declaración contundente: “No quiero a alguien que me mire con cara de te lo dije cada vez que hago una maniobra arriesgada. Quiero a alguien que me banque.” Esta frase resonó en las redes sociales, desatando una ola de memes y comparaciones con íconos del deporte argentino.
Lo que nadie esperó fue que Flavio Briatore, el director ejecutivo de Alpine, atendiera la súplica de Colapinto con una rapidez sorprendente. En una reunión privada de apenas siete minutos, Briatore, conocido por su estilo directo y sin contemplaciones, tomó la decisión de despedir a Gilles, dejando al ingeniero con una expresión de desconcierto mientras el joven piloto salía del box con una sonrisa que reflejaba la sensación de haber sido escuchado.
Este incidente ha generado un torbellino de reacciones dentro y fuera del equipo Alpine. Mientras algunos aplauden la audacia de Colapinto, otros advierten sobre los peligros de que un piloto novato tenga tanto poder. La FIA ya ha comenzado a investigar la situación, cuestionando si este tipo de decisiones pueden ser tomadas sin la supervisión adecuada.
Sin embargo, el drama no terminó ahí. En un desenlace inesperado, el tres veces campeón del mundo, Fernando Alonso, quien había dejado Alpine de manera tumultuosa, apareció en el Hospitality del equipo. Alonso, en una mezcla de sorpresa y camaradería, ofreció a Colapinto un ingeniero que había trabajado con él en el pasado, prometiendo que podría cambiar el rumbo del equipo. “Acá no gana el más rápido, gana el que se planta”, le dijo al joven argentino, quien quedó atónito ante la aparición de su ídolo.
A medida que se acerca el Gran Premio de Canadá, el ambiente en Alpine es tenso pero electrizante. Colapinto planea hacer un movimiento simbólico que podría redefinir su relación con el equipo, incluyendo un mensaje en su canal de radio que evocará la frase “Cuando el gallo canta, se termina la noche”, un claro recado a Gilles. Además, si consigue puntuar, planea un homenaje que seguramente resonará en toda Argentina.
Franco Colapinto no solo está compitiendo en la pista; está marcando un hito en la historia de la Fórmula 1, desafiando el status quo y demostrando que los nuevos talentos pueden tener voz y voto en un deporte tradicionalmente dominado por figuras establecidas. Con el respaldo de Briatore y la bendición de Alonso, el joven piloto argentino está listo para dar un golpe en Canadá, y el mundo entero estará observando.