Un giro inesperado ha sacudido el trágico caso de Valeria Márquez, la influencer de 23 años asesinada durante una transmisión en vivo en TikTok. A tan solo siete días de este horrendo suceso, el misterioso repartidor de flores, Fernando, ha hablado. Este envío, que incluía 24 rosas rojas con un listón que decía “perdón”, ha desatado un torbellino de especulaciones tras ser dejado en el lugar del crimen. Las autoridades han recibido la declaración de Erika, amiga de Valeria, quien tomó la decisión de terminar la transmisión en el momento del ataque, y se ha presentado voluntariamente ante la fiscalía.
No obstante, la investigación ha revelado contradicciones inquietantes entre la fiscalía y el gobernador de Jalisco. Mientras la fiscalía asegura que no hay imágenes claras del incidente, el gobernador afirma que las cámaras del escudo urbano C5 captaron cruciales detalles del escape de los atacantes. La falta de detenidos ha llevado a la familia de Valeria a exigir una revisión exhaustiva del video de la transmisión, que podría contener evidencias clave.
Erika, quien fue vista en el funeral de Valeria, ha declarado como testigo y ha colaborado en la elaboración de un retrato hablado del presunto homicida. Sin embargo, otra amiga, Vivian, aún no ha comparecido ante las autoridades, lo que genera aún más dudas sobre su posible implicación. La situación es tensa y ha capturado la atención tanto de medios de comunicación como de redes sociales, donde la indignación es palpable.
La presión sobre las autoridades aumenta, y la búsqueda de justicia para Valeria se vuelve más urgente. Mientras el tiempo avanza, las autoridades continúan recopilando testimonios y pruebas, pero la pregunta persiste: ¿quiénes son los verdaderos responsables de este crimen atroz? La comunidad espera respuestas.