EL ERROR IMPERDONABLE del Grupo Fugitivo que DESATÓ LA FURIA DEL CÁRTEL


**Grupo Fugitivo: La Desaparición que Conmocionó a México y el Terror del Cártel del Golfo**

La música de Grupo Fugitivo se apagó repentinamente el pasado domingo en Reynosa, Tamaulipas, cuando cinco de sus integrantes, junto a su fotógrafo, desaparecieron tras haber sido contratados para un evento. La tragedia ha desatado una ola de indignación y miedo en un país donde la violencia de los cárteles ha alcanzado niveles alarmantes.

Según informes, la relación de uno de los músicos con la expareja de un destacado líder del cártel del Golfo, conocido como el M40, podría haber sido el desencadenante de su desaparición. Este vínculo, aparentemente inocente, se tornó en una sentencia de muerte. Las familias de los desaparecidos, entre ellos Francisco Javier Vázquez Osorio, Nemesio Antonio Durán Rodríguez, Libán Ediberto Solís de la Rosa, Víctor Manuel Garza Cervantes y José Francisco Morales Martínez, han clamado por respuestas ante el misterio que rodea sus destinos.

Lo más desgarrador llegó con el hallazgo de los cuerpos en una zona rural. Los informes revelan signos de violencia extrema, incluyendo tortura y heridas de bala que han dejado a la nación en shock. La brutalidad del crimen ha puesto de manifiesto la lucha entre la vida artística y el terror que imponen los cárteles, donde la fama a menudo se convierte en un riesgo mortal.

Mientras las autoridades han arrestado a varias personas en relación con el caso, la falta de claridad y los indicios de impunidad han dejado a muchos cuestionando la capacidad del Estado para proteger a sus ciudadanos. La hermana de uno de los desaparecidos ha denunciado que su hermano, el fotógrafo Iván Ediberto, no ha recibido la atención mediática que merece, y exige que su imagen se difunda junto a la de los músicos.

En este sombrío panorama, el único miembro del grupo que se salvó, Carlos González, se quedó atrás por llegar tarde a casa. Su ausencia se convierte en un recordatorio escalofriante de lo que podría haber sido. La comunidad artística de México ahora enfrenta un dilema aterrador: ¿vale la pena arriesgar la vida por la música? La esperanza es que la valentía y la voz del pueblo prevalezcan en la lucha contra la violencia y la corrupción.