**¡Crisis en Estambul! Rusia emite un ultimátum a Ucrania y Putin desafía a Zelensky mientras Trump se distancia**


**Rusia lanza un ultimátum a Ucrania: una encrucijada histórica en Estambul**

En un giro alarmante de los acontecimientos, Rusia ha emitido un ultimátum a Ucrania tras el colapso de las conversaciones de paz en Estambul, poniendo a Volodímir Zelenski en una posición crítica. Tras más de una hora de negociaciones fallidas, los representantes de ambos países acordaron reunirse nuevamente en el futuro, pero la presión y las tensiones se intensifican en el escenario global.

Vladimir Medinski, el negociador jefe ruso, propuso un alto el fuego temporal de dos a tres días en varios sectores del frente, un gesto que busca facilitar la recuperación de cuerpos de soldados, pero que ha sido recibido con escepticismo por parte de Ucrania. “Aún no hemos podido responder a sus propuestas”, manifestó el viceministro ucraniano, enfatizando la necesidad de un análisis exhaustivo antes de cualquier decisión.

Mientras esto ocurre, ambos países han pactado el mayor intercambio de prisioneros desde el inicio del conflicto, con al menos 1,000 individuos en juego. Este acuerdo, aunque significativo, no logra ocultar el trasfondo de hostilidades que continúa marcando la guerra. En las últimas horas, Ucrania ha llevado a cabo audaces ataques contra aeródromos rusos, destruyendo hasta 40 aviones en una operación militar que ha sido calificada como “una de las más importantes desde el inicio del conflicto”.

Las repercusiones de estos ataques son profundas; fuentes de inteligencia advierten que podrían dañar las relaciones de Ucrania con sus aliados occidentales, quienes observan de cerca el desarrollo de los acontecimientos. La escalada de la violencia, junto con la falta de una solución diplomática clara, plantea un futuro incierto para la región.

Con el telón de fondo de esta tensión creciente, la comunidad internacional se pregunta: ¿será posible alcanzar la paz, o estamos al borde de una nueva escalada bélica? A medida que el reloj avanza hacia la siguiente ronda de negociaciones, la urgencia por encontrar una salida pacífica se vuelve más apremiante que nunca.