**HARFUCH HALLA 300 CADÁVERES EN LA MANSIÓN DE LOS FUGITIVOS Y CONFIRMA LA MUERTE DE CARLOS GONZÁLEZ**
En un hallazgo impactante, autoridades han descubierto más de 300 cadáveres en avanzado estado de descomposición en la mansión conocida como “la Casa del Sol”, vinculada al fallecido vocalista del grupo musical Fugitivos, Carlos González. Esta propiedad, que operaba como un club privado, ha sido calificada por el secretario de seguridad, Omar García Harfuch, como un auténtico campo de exterminio.
El descubrimiento se produjo tras una llamada anónima que llevó a las autoridades a realizar una excavación clandestina en el rancho. Los cuerpos, apilados y ocultos en fosas comunes, revelan un escenario de horror inimaginable, con evidencias de rituales y posibles ejecuciones en masa. Entre los objetos encontrados se hallaron colchones manchados de sangre, cámaras ocultas y documentos que indican una red más amplia de trata de personas y tráfico humano.
La muerte de Carlos González, ocurrida hace semanas, inicialmente se consideró aislada, pero ahora se vincula a este macabro hallazgo. En una de las salas ocultas, se encontró su anillo personal junto a una lista manuscrita con más de 100 nombres, sugiriendo que el artista pudo haber estado involucrado en un oscuro entramado delictivo que se extendía más allá de la música.
La investigación ha llevado a la movilización de expertos en psicología criminal y antropología, ante la magnitud del horror descubierto. Los vecinos de la zona reportaron haber escuchado gritos y ruidos extraños durante años, pero nunca se atrevieron a denunciar, pues la música del club ocultaba el verdadero terror que se desarrollaba en su interior.
Los cuerpos, muchos de ellos sin identificar, presentan marcas rituales y otros signos que complican su identificación. La presión mediática ha aumentado, y se ha establecido un cordón de seguridad alrededor de la mansión, que se convertirá en una escena permanente de investigación federal. Harfuch ha advertido que esta no es solo una investigación criminal, sino un caso que toca las fibras más oscuras de la sociedad.
A medida que se sigue excavando, el temor persiste entre los habitantes de la zona, que ahora viven con la inquietante posibilidad de que existan más lugares como este. La búsqueda de justicia apenas comienza, y las voces de las víctimas, aunque silenciadas, resuenan con fuerza.