Un operativo de seguridad sin precedentes se lleva a cabo en Bogotá para trasladar al menor de 14 años, presunto autor del atentado contra el senador Miguel Uribe, desde la clínica Colombia a un centro de reclusión. Este joven, que sufrió heridas durante su captura por parte del esquema de seguridad del senador, está bajo un intenso resguardo de la Policía Nacional y fuerzas especiales, quienes han establecido un férreo dispositivo en las afueras del centro médico.
La Fiscalía General de la Nación, encabezada por Luz Adriana Camargo, ha declarado que se busca garantizar todos los derechos del menor durante su judicialización, un proceso que se rige por leyes especiales para adolescentes. Las autoridades están decididas a esclarecer quiénes son los autores intelectuales detrás de este ataque, un intento de homicidio que ha conmocionado al país.
Mientras tanto, en la escena del atentado, más de 50 investigadores del CTI y la Policía trabajan incansablemente para reunir pruebas y testimonios que permitan identificar a todos los responsables. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, ha confirmado que más de 100 agentes de seguridad están desplegados a nivel nacional para esclarecer este acto de terrorismo que amenaza la estabilidad política del país.
El presidente de la República ha convocado un Consejo de Seguridad, donde se han establecido cuatro prioridades: entender los hechos, identificar a los autores del ataque y tomar medidas contundentes para prevenir futuros incidentes. La situación es crítica y el gobierno está comprometido en garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. La atención está fija en el desenlace de esta investigación, que podría tener repercusiones profundas en el panorama político colombiano.