William Levy, el carismático actor cubano-estadounidense, ha desatado una tormenta mediática al pronunciarse en defensa de la Reina Sofía, dejando a Doña Letizia en una posición comprometida. En un momento en que la tensión dentro de la Casa Real española parece alcanzar su punto máximo, Levy ha decidido alzar la voz y destacar la grandeza de la Reina Madre, un gesto que no ha pasado desapercibido.
El 10 de junio, Levy, quien ha estado resurgiendo en la industria del entretenimiento tras un altercado en Florida, expresó su admiración por la Reina Sofía, describiéndola como un símbolo de moralidad y dedicación a la soberanía española. En sus declaraciones, el actor enfatizó que, a sus 86 años, la Reina Sofía es la mejor representante de la monarquía europea de esta generación, dejando entrever que su legado y acciones humanitarias superan con creces los esfuerzos de Doña Letizia.
Este respaldo a la Reina Sofía no solo es un acto de apoyo, sino un claro mensaje a la actual reina consorte. En un contexto donde la infanta Sofía ha manifestado su desacuerdo con cualquier ataque hacia su abuela, las palabras de Levy resuenan con fuerza, dejando claro que existen límites en el respeto hacia la figura de la monarquía.
La llegada de Levy a España ha sido marcada por su reconocimiento en el Festival Internacional de Cine de Almería, donde recibió un premio honorífico. Sin embargo, su reciente pronunciamiento ha eclipsado su carrera, convirtiéndose en el tema candente del día. La comunidad, tanto en redes sociales como en medios, está polarizada, con muchos apoyando al actor por su valentía al defender a la Reina Madre.
En un panorama donde las relaciones familiares dentro de la monarquía española son cada vez más complejas, el mensaje de William Levy se erige como un fuerte recordatorio de la importancia de la lealtad y el respeto hacia los valores tradicionales. La pregunta ahora es: ¿cómo responderá Doña Letizia ante esta declaración que podría cambiar el rumbo de la percepción pública sobre su papel en la Casa Real? La historia apenas comienza.