Palito Ortega, a sus 84 años, ha dejado al mundo conmocionado al romper su silencio sobre una vida marcada por el dolor y la soledad, a pesar de su éxito en la música y el cine. En un emotivo video, el icónico artista argentino revela detalles desgarradores de su infancia y trayectoria, desafiando la imagen de felicidad que siempre proyectó. Ortega, conocido por sus canciones alegres, se presenta como el “chico triste” que, a pesar de haber alcanzado la cima de la fama, ha lidiado con un vacío interior que lo ha acompañado a lo largo de su vida.
Desde sus humildes comienzos en Tucumán, donde a los cinco años ya trabajaba para ayudar a su familia, hasta su llegada a Buenos Aires con una maleta de cartón, Ortega ha enfrentado múltiples adversidades. La muerte de su hermana, el abandono de su madre y años de soledad lo marcaron profundamente. A pesar de estos desafíos, logró convertirse en un ícono de la música hispanoamericana, pero a un alto costo emocional.
En el video, Ortega también comparte su historia de amor con Evangelina Salazar, quien dejó su carrera para apoyarlo en su camino. Su matrimonio, que ha perdurado por más de cinco décadas, es presentado como un testimonio de amor verdadero, capaz de resistir las tormentas de la vida y la fama. Sin embargo, la incursión en la política a fines de los años 80 puso a prueba su relación y su estabilidad familiar.
A medida que se despide de los escenarios, Ortega reflexiona sobre el verdadero significado del éxito. Para él, no se trata de aplausos o discos vendidos, sino del amor de su familia y el respeto que ha cultivado a lo largo de su vida. Con una voz serena pero firme, concluye que lo único que realmente importa es tener a alguien que te espere en casa. Su historia, llena de luchas y superaciones, invita a la reflexión sobre la naturaleza del éxito y la importancia de las relaciones humanas.