El Papa León XIV ha compartido un mensaje conmovedor destinado a las personas mayores de 65 años, instándolas a reflexionar sobre su propósito y la razón divina que las mantiene vivas. En un discurso reciente, el pontífice enfatizó que cada día que estas personas pasan en este mundo no es casualidad, sino una misión sagrada que aún deben cumplir.
El Papa explicó que, a pesar de los desafíos físicos y emocionales que enfrentan, cada individuo mayor tiene un papel crucial en la comunidad y en el plano espiritual. “Si estás vivo después de los 65, es porque tu alma todavía puede enseñar, interceder y consolar”, afirmó. Este mensaje busca contrarrestar la percepción social de que la vejez es sinónimo de declive, sugiriendo en cambio que esta etapa de la vida puede ser un tiempo de profunda fecundidad espiritual.
El discurso del Papa también incluyó la historia de Clara, una mujer de 74 años que, a pesar de su soledad y problemas de salud, se convirtió en un pilar espiritual para su comunidad a través de la oración. Su vida, aunque aparentemente insignificante, tuvo un impacto significativo en quienes la rodeaban, demostrando que la fe y la intercesión de una persona mayor pueden sostener a una comunidad entera.
El Papa León XIV subrayó que, aunque el mundo moderno a menudo margina a los ancianos, Dios los valora y les otorga un propósito vital. “No han sido olvidados; son columnas invisibles que sostienen esta Iglesia”, afirmó, instando a los mayores a reconocer su dignidad y la importancia de su rol en la transmisión de la fe y la esperanza.
Con este mensaje, el Papa busca inspirar a las personas mayores a ver su vida como un regalo y un llamado a la acción, recordándoles que aún tienen mucho que ofrecer, incluso en los años finales de su vida.