Un nuevo giro en la investigación del atentado contra el precandidato Miguel Uribe Turbay ha surgido tras la confesión de uno de los presuntos implicados. En las últimas horas, Catherine Martínez, quien aparece en las imágenes de cámaras de seguridad, fue capturada y judicializada por su papel en el ataque. La Fiscalía la imputó por tentativa de homicidio agravado, entre otros cargos, aunque no aceptó los cargos en su contra. Martínez se encuentra bajo custodia mientras se lleva a cabo la audiencia para solicitar medidas de aseguramiento.
El menor señalado como el sicario, quien disparó contra Uribe, fue interrogado y reveló que fue reclutado por un hombre de su barrio, conocido como “el costeño”, quien le ofreció 20 millones de pesos por ejecutar el ataque. Sin embargo, el joven afirmó que no recibió el dinero y que no conocía a Uribe antes del atentado. Además, el motociclista que transportó al menor también ha sido capturado y ha proporcionado información sobre su implicación, señalando que recibió un pago a través de una transferencia de una persona identificada como Gabriela, que correspondería a Catherine Martínez.
Otro individuo, Carlos Eduardo Mora, ha sido arrestado como el conductor del vehículo utilizado en el ataque. Mora ha sido imputado por tentativa de homicidio y porte de armas de fuego. La investigación está en curso y la Fiscalía está recolectando pruebas para identificar a los autores intelectuales detrás del atentado.
El abogado de la familia Uribe, Víctor Mosquera, ha denunciado amenazas de muerte en su contra y ha solicitado protección a las autoridades. La situación se complica en un contexto político marcado por la inminencia de las campañas electorales, y la comunidad exige claridad sobre quién está detrás de este intento de asesinato. Las autoridades continúan trabajando para desentrañar esta red criminal, mientras la presión pública por justicia crece.