**Gal Gadot ROMPE EL SILENCIO Tras la Mala Actitud de Rachel Zegler en Blancanieves**
¿Quién hubiera imaginado que el verdadero veneno de “Blancanieves” no vendría de una manzana, sino de un post en Instagram? La controversia entre Gal Gadot y Rachel Zegler ha estallado en el corazón de Hollywood, revelando una grieta que ni los cuentos de hadas más oscuros podrían haber previsto.
El 21 de marzo de 2025, cuando se esperaba el estreno mundial de la nueva película de Disney, la atención se desvió hacia un post de Zegler que celebraba el lanzamiento, pero dejaba a Gadot en la penumbra. Sin mención ni etiqueta, la omisión fue como un eco ensordecedor en redes sociales, avivando rumores de tensiones políticas entre ambas actrices. Mientras Gadot ha defendido abiertamente a Israel, Zegler ha alzado su voz por la causa palestina, un choque de posturas que ha marcado su relación.
La alfombra roja, donde ambas debían brillar juntas, se convirtió en un escenario de incomodidad. Las sonrisas forzadas y el lenguaje corporal rígido revelaron una falta de conexión palpable. A pesar de las preguntas sobre la solidaridad femenina en la industria, Zegler evitó mencionar a Gadot, lo que intensificó las especulaciones sobre un distanciamiento.
Disney, consciente del drama, ha manejado la promoción de “Blancanieves” con cautela, limitando las apariciones conjuntas y sugiriendo que la tensión entre las protagonistas podría dañar la recepción de la película. En un contexto donde la inclusión y la representación son más relevantes que nunca, la omisión de Gadot en el discurso de Zegler fue interpretada como un mensaje en sí mismo.
La controversia no solo ha puesto a prueba la relación entre estas dos actrices, sino que también ha suscitado un debate más amplio sobre la representación en el cine. “Blancanieves” no es solo una película; es un reflejo de los tiempos, un campo de batalla donde se enfrentan la tradición y la modernidad. La historia de una princesa que se rescata a sí misma ha cobrado vida en un contexto de lucha y resistencia, dejando claro que los cuentos de hadas pueden y deben evolucionar. Mientras el mundo observa, la pregunta persiste: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar Hollywood para reimaginar sus clásicos?