En un giro inesperado y polémico, el sindicato de servidores del Ministerio de Defensa ha expresado su contundente rechazo a la demanda presentada por dos sindicatos contra el senador Miguel Uribe Turbay, quien actualmente se encuentra en estado crítico tras un atentado. La Asociación Nacional de Servidores Públicos Civiles No Uniformados (Servidem) califica la acción como “inoportuna e insensible”, argumentando que se interpone en un momento de vulnerabilidad extrema para Uribe, quien lucha por su vida en la Fundación Santa Fe.
La denuncia, interpuesta por la Unión de Trabajadores de la Construcción (UTC) y el sindicato Sinsergén, sostiene que Uribe violó el régimen de inhabilidades al participar en actividades proselitistas el día del atentado en Modelia. Sin embargo, las reacciones han sido explosivas. Servidem denuncia que tales acusaciones son infundadas y que atentan contra los principios de respeto a la vida, especialmente en un contexto donde los sindicatos han sido históricamente víctimas de violencia.
La indignación crece en el país, y la voz de Servidem se suma a un coro de rechazo que exige la retirada inmediata de la demanda. “Es momento de mostrar solidaridad y respeto hacia quienes están en situaciones críticas”, enfatizan. Mientras tanto, la sociedad colombiana observa con atención y preocupación, esperando que prevalezca la sensatez en un momento tan delicado. La recuperación de Miguel Uribe, un símbolo de la política colombiana, se convierte en un asunto de interés nacional, y la presión sobre los demandantes aumenta.
La situación no solo refleja la polarización política en Colombia, sino también la urgencia de un llamado a la dignidad humana en medio de la adversidad. Las próximas horas serán cruciales para el futuro de esta controversia que ha sacudido los cimientos de la política nacional.