**”Un acto de politiquería”: embarrada de la semana la demanda contra Miguel Uribe**
En un giro inesperado que sacude el panorama político colombiano, la reciente demanda interpuesta contra el senador Miguel Uribe Turbay ha sido calificada como un acto de “politiquería” por analistas y oyentes. La controversia se desató cuando un sindicato decidió desafiar la investidura de Uribe, lo que ha desatado un torrente de críticas sobre la ética y la motivación detrás de esta acción.
El Consejo de Estado, al parecer, ya ha inadmitido la demanda, pero el mero hecho de que se haya presentado ha generado un intenso debate sobre la manipulación política en tiempos de crisis. Mientras el país enfrenta una tragedia en Bello, Antioquia, donde 16 personas han perdido la vida y más de 1,000 damnificados claman por ayuda, la respuesta del gobierno ha sido criticada por su tardanza y falta de coordinación. La Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres se presentó 48 horas después del desastre, lo que ha exacerbado la indignación pública.
“El presidente Gustavo Petro debe ser el líder de todos los colombianos, sin importar la región”, afirmaron los comentaristas, cuestionando la falta de atención hacia Antioquia, un territorio que ha sido históricamente ignorado por el gobierno central. Esta situación ha llevado a muchos a preguntarse si la política se ha convertido en un juego de intereses personales, donde las tragedias se utilizan como herramientas de ataque.
La demanda contra Uribe no es solo una cuestión legal; es un reflejo de un sistema político en crisis, donde la politiquería parece haber reemplazado el verdadero servicio público. Mientras tanto, el país sigue lidiando con múltiples “embarradas”, desde la crisis de servicios públicos hasta la creciente producción de cocaína, dejando a los ciudadanos en un estado de desesperación y desconfianza en sus líderes. La urgencia de un cambio en la gestión política es más clara que nunca.