Enrique Ponce hace saltar las alarmas sobre su relación con Ana Soria tras un incómodo encuentro con la prensa. Este fin de semana, el torero, que asistió a un evento familiar en Madrid, dejó a todos boquiabiertos al evitar responder a una pregunta directa sobre su joven pareja. Su reacción visiblemente tensa y cortante ha disparado los rumores de un inminente distanciamiento.
La situación se produjo durante el Global Champions Tour de Ípica, donde Ponce, acompañado por su hija, se mostró reacio a hablar sobre Soria. Una reportera le preguntó: “¿Estás feliz con Ana?” Su respuesta fue un seco “ya, por favor, no voy a hablar nada”, lo que encendió todas las alarmas. Este comportamiento es inusual en un torero que, a lo largo de su carrera, ha sabido manejar la presión mediática con aplomo.
Desde que oficializaron su relación en verano de 2020, la pareja ha estado bajo el escrutinio constante de los medios, especialmente tras la ruptura de Ponce con Paloma Cuevas. Sin embargo, en los últimos meses, su presencia pública ha disminuido drásticamente; Ana no ha sido vista junto a él en múltiples eventos, y sus redes sociales, que antes rebosaban amor, están en silencio total.
Las especulaciones sobre una posible ruptura se intensifican mientras ambos optan por un perfil bajo. ¿Estamos ante el principio del fin de una de las relaciones más mediáticas de España? Las reacciones de Enrique y la ausencia de Ana generan más incógnitas que certezas. La presión mediática y un silencio repentino podrían estar forzando a la pareja a reevaluar su relación. La situación es urgente y todos los ojos están puestos en ellos, a la espera de una confirmación que podría cambiarlo todo.