Título: La FIA Ahora Actúa: ¿Por qué Ignoraron el Maltrato a Checo Pérez?
En un giro sorprendente de los acontecimientos, la FIA ha decidido tomar una postura firme contra el odio y la discriminación en el mundo de la Fórmula 1, pero muchos se preguntan: ¿por qué no lo hicieron antes, cuando el piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez fue objeto de críticas despiadadas? Este reciente pronunciamiento llega tras las amenazas y el acoso que ha sufrido Yuki Tsunoda por parte de algunos fanáticos de Franco Colapinto, pero la memoria de los aficionados no olvida la falta de acción en el pasado.
Durante varias temporadas en Red Bull, Checo Pérez enfrentó comentarios despectivos de Helmut Marko, un alto directivo del equipo, quien no dudó en criticar su desempeño de manera pública. Frases como “quizás tomó tequila ayer” o insinuaciones sobre su nacionalidad, erróneamente clasificándolo como sudamericano, fueron solo algunas de las declaraciones que marcaron el tormentoso paso del mexicano por la escudería. A pesar de la magnitud de estas ofensas, la FIA guardó silencio, dejando a Pérez a merced de un ambiente hostil.
Ahora, con la situación de Tsunoda, la FIA ha emitido un comunicado condenando la discriminación y el odio en las redes sociales, reafirmando que tales comportamientos no tienen cabida en el deporte. Sin embargo, muchos ven esta acción como una respuesta tardía y selectiva, que contrasta con la inacción que experimentó Checo durante su tiempo en Red Bull. Los aficionados y críticos se preguntan: ¿por qué la FIA no actuó cuando realmente importaba?
La comunidad de la Fórmula 1 está en pie de guerra, reclamando consistencia y justicia en el trato hacia todos los pilotos, sin importar su nacionalidad o el equipo al que representen. La indignación se ha avivado en las redes sociales, donde los fanáticos han comenzado a resaltar la hipocresía de la FIA, exigiendo respuestas y una política más coherente contra el racismo y la discriminación.
Mientras la FIA intenta enmendar el rumbo y proteger a sus pilotos, muchos observan con escepticismo. La historia de Checo Pérez no debe ser olvidada, y la lucha por un entorno más equitativo en la Fórmula 1 debe continuar. La acción reciente de la FIA, aunque bienvenida, debe ir acompañada de una reflexión seria sobre el pasado y un compromiso real por parte de la organización para garantizar que todos los pilotos sean tratados con respeto y dignidad.
En un deporte donde la competencia es feroz, la falta de respeto y la discriminación no deberían ser parte del juego. La FIA tiene la oportunidad de demostrar que está verdaderamente comprometida con la equidad, pero para ello, necesita actuar de manera decidida y constante, y no solo cuando las luces de la crítica están sobre ella.