En un giro inesperado de los acontecimientos, el periodista Antonio Maestre se vio envuelto en una confrontación física con el activista Ndongo Oto Negro en pleno centro de Madrid. La escena, grabada y compartida en redes sociales, muestra a Maestre intentando provocar a Ndongo mientras ambos intercambiaban empujones, en un momento que rápidamente se ha convertido en viral.
Testigos presenciales aseguran que Maestre, conocido por sus posturas provocativas, intentó escenificar una agresión, buscando quizás capitalizar el momento para sus propios fines mediáticos. Sin embargo, las imágenes cuentan otra historia: Ndongo, visiblemente tranquilo, se limitaba a apartar a Maestre mientras este, en un intento de crear un conflicto, empujaba repetidamente.
El ambiente se tornó tenso cuando Maestre, en un despliegue de nerviosismo, repetía “empujame” mientras Ndongo, de complexión más robusta, apenas se inmutaba ante los intentos de provocación. La intervención policial no tardó en llegar, pero, sorprendentemente, no hubo detenciones, lo que refuerza la percepción de que la situación fue más una performance que un verdadero altercado.
Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar. Muchos usuarios han calificado el incidente de “ridículo” y “patético”, sugiriendo que Maestre buscaba notoriedad a expensas de un enfrentamiento que nunca tuvo lugar. Con las imágenes circulando, se teme que Maestre intente presentar una denuncia, alegando agresión, lo que podría llevar a un juicio que, según expertos, carecería de fundamentos sólidos.
Este episodio ha abierto un debate sobre los límites de la provocación en el periodismo y el activismo, y cómo la búsqueda de atención puede llevar a situaciones absurdas y peligrosas. El futuro de ambos personajes en la esfera pública podría depender de cómo manejen las repercusiones de este insólito encuentro.