Erika, la empleada del salón donde fue asesinada Valeria Márquez, se encuentra en el ojo del huracán tras la tragedia que conmocionó a México. Su abogada, Jazmí Camilla, ha salido a defenderla, pidiendo un alto a las especulaciones que la vinculan con el crimen. El brutal asesinato de Márquez, ocurrido el 13 de mayo durante una transmisión en vivo, dejó a cientos de espectadores atónitos mientras presenciaban el ataque en tiempo real.
La abogada afirmó que Erika apagó la transmisión para evitar que la imagen final de su jefa se viralizara, describiendo su acción como un gesto de humanidad, no de complicidad. Sin embargo, las redes sociales han desatado una tormenta de acusaciones y teorías conspirativas, con muchos criticando la aparente falta de sorpresa en el rostro de Erika. “Presenciar un crimen no hace culpable a una persona”, enfatizó Escamilla, quien también denunció el hostigamiento digital que enfrenta su clienta.
Erika ha sido objeto de amenazas y un juicio público que ha intensificado su sufrimiento emocional. La abogada aclaró que su cliente colabora con las autoridades y que el celular que grabó la tragedia ahora está bajo custodia de la Fiscalía de Jalisco. Escamilla hizo un llamado urgente para detener la difusión de noticias falsas que solo agravan la situación de Erika.
Este caso ha desatado una ola de indignación y especulación, poniendo en riesgo no solo la vida de Erika, sino también su integridad física y emocional. La presión sobre ella crece, y la abogada pide respeto y comprensión en medio de esta crisis. La comunidad exige justicia por Valeria, pero también debe reconocer la humanidad detrás de la tragedia. Este es un momento crítico, y la verdad aún está por salir a la luz.