Valeria Márquez, una joven mexicana, fue asesinada brutalmente mientras transmitía en vivo en TikTok. El crimen, que ha conmocionado al país, se investiga como un feminicidio, pero sorprendentemente, aún no hay detenidos. A una semana del suceso, emergen detalles escalofriantes que apuntan a una ejecución meticulosamente planificada.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, ha revelado que más de 20 personas, incluidos familiares y amigos de Valeria, han sido interrogadas. Las cámaras del sistema de videovigilancia Escudo Urbano C5 capturaron el momento del ataque y la fuga de los sicarios, lo que ha sido crucial para la investigación. Se conocen los vehículos implicados y se ha elaborado un retrato hablado del atacante, pero el misterio sobre quién fue el autor intelectual persiste.
La figura de Valeria ha resonado en redes sociales, siendo apodada “narcobarbie”, un término que se refiere a jóvenes que, envueltas en el mundo del narcotráfico, exhiben un estilo de vida ostentoso. Aunque el gobernador ha desmentido cualquier relación de Valeria con el crimen organizado, las especulaciones sobre su vida personal no cesan.
Un detalle inquietante es que, minutos antes de su muerte, Valeria había expresado sentirse amenazada por un exnovio, cuyo nombre sigue en el anonimato. Además, emergen sospechas sobre su amiga Erika, quien apagó el directo tras el ataque, y Vivian, otra amiga, que instó a Valeria a quedarse en el salón justo antes del fatal incidente.
En un giro aún más inquietante, un misterioso ramo de 24 rosas rojas, acompañado de una nota que decía “perdón”, fue dejado en la entrada del salón donde Valeria perdió la vida. La investigación continúa, pero la sensación de que detrás de este asesinato hay una red de traiciones y secretos oscuros está cada vez más presente. La comunidad exige justicia, pero las respuestas siguen siendo esquivas.