A sus 70 años, Raúl Hernández rompe el silencio dejando al mundo conmocionado. En una reveladora entrevista, el icónico fundador de Los Tigres del Norte, quien ha sido parte fundamental de la música norteña durante décadas, ha decidido hablar sobre su sorpresiva salida del grupo que lo catapultó a la fama.
“Yo no quería romper nada, solo quería hacer algo distinto”, confiesa Raúl con una voz cargada de emoción, mientras recuerda su lucha interna por la libertad creativa. La separación, que se produjo en la cima de su carrera, fue un acto de valentía y necesidad artística. Hernández revela que, tras años de éxitos y giras, sentía que su voz y sus ideas no eran valoradas dentro de la banda. A pesar de haber sido la voz principal de muchos de sus grandes éxitos, se encontró ante un muro de resistencia por parte de su hermano Jorge, el líder del grupo.
La decisión de Raúl de abandonar a Los Tigres del Norte, lejos de ser un escándalo, fue un acto silencioso pero firme. “Cuando un tigre deja de rugir con la manada, se siente y se siente fuerte”, dice, aludiendo al impacto que su partida tuvo en el grupo y en sus seguidores. A lo largo de su trayectoria como solista, ha continuado explorando nuevos sonidos y estilos, siempre fiel a su esencia.
La revelación de Hernández ha dejado a sus seguidores boquiabiertos, planteando preguntas sobre su relación con la banda y su futuro artístico. “Nunca guardé rencor, solo busqué ser yo mismo”, afirma, mientras la música sigue siendo su refugio y su forma de conectar con el pueblo. Esta historia no solo es sobre la separación de un ícono musical, sino sobre la búsqueda incesante de la autenticidad y la libertad creativa en un mundo donde la música puede ser tanto un refugio como una trampa. La voz de Raúl, ahora más fuerte que nunca, resuena en cada rincón, recordándonos que la verdadera esencia de la música reside en contar historias que importan.