Un escándalo se desata tras el fallecimiento de Valeria Márquez, influencer que perdió la vida en una transmisión en vivo. La abogada de Erika, presunta implicada en el caso, ha sido desmentida por el psicólogo Adrián Salama, quien cuestiona la veracidad de sus declaraciones. En un análisis contundente, Salama sostiene que las reacciones de Erika durante la tragedia no reflejan un estado de shock, contradiciendo la defensa presentada por su abogada.
Según Salama, un verdadero estado de shock incapacita a la persona para tomar decisiones. Sin embargo, Erika se encontraba en condiciones de finalizar la transmisión en vivo apenas diez segundos después del dramático incidente, lo que pone en entredicho la narrativa de la defensa. “Si realmente estuviera en shock, no habría actuado de esa manera”, afirma Salama, resaltando la incongruencia de la versión presentada.
Las imágenes de la abogada, que se perciben artificiales y carentes de emoción, han intensificado las críticas. “No se puede hablar de respeto y claridad cuando el contexto es tan trágico”, señala el psicólogo, sugiriendo que el enfoque de la defensa parece más una cortina de humo que una búsqueda de justicia.
La conmoción por el caso ha captado la atención nacional, y la falta de coherencia en las declaraciones de la abogada solo ha añadido más leña al fuego. Salama invita a la audiencia a reflexionar sobre la gravedad de la situación: “La vida humana no debería ser tratada con ligereza; esto es un asunto serio”.
La comunidad sigue expectante ante el desarrollo de este caso que, sin duda, ha dejado huellas profundas en la sociedad. La presión para que se haga justicia por Valeria Márquez crece, y las palabras de Salama resuenan con fuerza en un momento en que la verdad es más necesaria que nunca.