El juicio por el asesinato de Valyria Márquez ha comenzado, desatando una ola de conmoción y rabia en todo México. La influencer de 23 años, conocida por su carisma en TikTok, fue asesinada en un brutal ataque transmitido en vivo el 12 de enero de 2025. La sala del tribunal en Guadalajara se ha convertido en el escenario de un drama desgarrador, donde cada testimonio revela la oscura obsesión que rodeaba su trágica muerte.
Durante el primer día del juicio, la fiscalía presentó una serie de pruebas desgarradoras, incluyendo la impactante grabación de su último livestream, donde miles de seguidores fueron testigos de su horroroso final. Valyria había estado hablando con su audiencia cuando, de repente, se escucharon tres disparos y la transmisión se cortó. La angustia y el caos se apoderaron de los espectadores, quienes no podían creer lo que estaban presenciando.
Luis Fernando Ortiz, el exnovio de Valyria, ha sido acusado del asesinato. Con un historial de violencia y acoso, se alega que había estado acechando a Valyria durante meses, ignorando una orden de restricción emitida en su contra. La fiscalía ha comenzado a desenterrar un patrón de amenazas y manipulaciones que culminaron en esa fatídica noche. Los mensajes recuperados de su teléfono revelan un oscuro deseo de control y venganza.
Las protestas estallan afuera del tribunal, donde activistas exigen justicia no solo para Valyria, sino para todas las mujeres víctimas de feminicidio en México, un país que enfrenta una crisis alarmante en este sentido. La madre de Valyria, presente en el juicio, ha declarado que su hija temía por su vida, una realidad que ahora se ha convertido en un grito de alerta para todos.
Mientras el juicio avanza, los ojos del mundo están puestos en la sala del tribunal. La pregunta que todos se hacen es: ¿recibirá justicia Valyria Márquez? La respuesta podría cambiar el rumbo de la seguridad en el entorno digital y la protección de las figuras públicas en un país donde la violencia contra las mujeres sigue siendo un tema urgente y desgarrador.