China ha expresado su enérgica condena a la reciente decisión de Estados Unidos de suspender la tramitación de visas para estudiantes extranjeros, un golpe directo a la cooperación académica que ambos países han mantenido históricamente. En un documento interno del Departamento de Estado, consultado por AFP, se reveló que las embajadas y consulados estadounidenses no autorizarán nuevas citas para visas de estudiantes ni programas de intercambio, a la espera de directrices sobre un exhaustivo examen de redes sociales para todas las solicitudes.
La reacción de China, contundente y clara, subraya su postura de que no se deben interrumpir los intercambios educativos normales. “Pedimos a Estados Unidos que garantice los derechos e intereses legítimos de los estudiantes internacionales, incluidos los estudiantes chinos”, declaró un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores. Esta medida se produce en un contexto tenso, marcado por la administración del expresidente Donald Trump, donde cientos de estudiantes extranjeros han enfrentado la cancelación de sus visas, y aquellos que han participado en manifestaciones pro-palestinas han sido arrestados y amenazados con la expulsión.
A medida que la Casa Blanca intensifica su ofensiva contra instituciones como la Universidad de Harvard, acusándola de vínculos con el Partido Comunista Chino y de fomentar el antisemitismo, el futuro de la educación internacional en EE.UU. se torna incierto. La Casa Blanca ha indicado su intención de poner fin a todos los contratos con Harvard, lo que podría afectar a un 27% de su alumnado compuesto por estudiantes extranjeros.
Este giro en la política migratoria y educativa resuena con fuerza en los pasillos de las universidades, donde el temor y la incertidumbre se apoderan de los estudiantes internacionales. La comunidad académica observa con preocupación cómo las relaciones entre dos de las mayores potencias del mundo se deterioran, poniendo en riesgo no solo el intercambio cultural, sino también el futuro de la educación superior en un mundo cada vez más interconectado.