En una reveladora entrevista, la psicóloga forense Mara Muñoz ha confirmado que la violencia y el feminicidio en el caso de Valeria Márquez no son hechos aislados, sino un reflejo de una sociedad que ha normalizado el horror. La trágica muerte de Valeria, transmitida en vivo, ha dejado una huella imborrable en México, revelando la complejidad de las relaciones humanas y el entorno en el que se desarrollan.
Mara Muñoz, perito forense con más de 12 años de experiencia, destacó la importancia de entender el contexto emocional que rodeó a Valeria en sus últimos días. Según Muñoz, no es normal que una joven exprese temor constante de ser levantada. Esto sugiere que había factores de riesgo en su entorno, posiblemente relacionados con amistades tóxicas y rivalidades disfrazadas de afecto. “Los peligros pueden venir de quienes están más cerca”, advirtió la especialista, sugiriendo que la investigación debe enfocarse en las relaciones cercanas de Valeria, especialmente en su interacción con Erika y Vivián.
El impacto del caso ha sido profundo, y el morbo exhibido en redes sociales ha generado un debate sobre la desensibilización ante la violencia. La psicóloga enfatizó que el hecho de que la muerte de Valeria se haya convertido en un espectáculo es un síntoma de una cultura que se regocija en el sufrimiento ajeno. “La muerte en vivo nunca debe ser entretenimiento”, subrayó, instando a la sociedad a reflexionar sobre sus propias actitudes hacia la violencia.
El llamado es claro: la familia de Valeria necesita apoyo, y las investigaciones deben ser exhaustivas y respetuosas. La autopsia psicológica es fundamental para entender no solo el evento, sino el trasfondo emocional que llevó a esta tragedia. El caso de Valeria Márquez no es solo una historia más; es un grito de alerta sobre la necesidad de cambios profundos en la sociedad. La responsabilidad recae en todos nosotros, desde los medios hasta la familia y, especialmente, en las autoridades.