Por esta razón asesinaron al grupo fugitivo: toda la verdad.


**La Tragedia del Grupo Fugitivo: Un Eco de Violencia en Tamaulipas**

La desaparición y asesinato del Grupo Fugitivo ha conmocionado a México, revelando la brutalidad del crimen organizado en el corazón de Reynosa, Tamaulipas. El trágico destino de estos cinco jóvenes músicos, quienes solo buscaban llevar alegría con su música, ha encendido protestas y demandas de justicia en un país donde la violencia parece no tener fin.

El 25 de mayo de 2025, Francisco Xavier Vázquez Osorio, Nemesio Antonio Durán Rodríguez, Livan Ediberto Solís de la Rosa, Víctor Manuel Garza Cervantes y José Francisco Morales Martínez se dirigieron a una presentación privada que resultó ser una trampa mortal. Su camioneta blanca fue encontrada abandonada y, días después, se localizaron sus cuerpos calcinados en un terreno conocido por su actividad delictiva. Las autoridades confirmaron que habían sido secuestrados y ejecutados por miembros de la facción criminal “Los Metros”, parte del cártel del Golfo.

Las familias, desesperadas por respuestas, criticaron la inacción de las autoridades, quienes no emitieron una alerta Amber ni dieron prioridad a la búsqueda. La indignación popular se tradujo en marchas masivas en Reynosa, donde los ciudadanos exigieron justicia y seguridad para los artistas locales, clamando que los músicos no estaban involucrados en el crimen organizado.

El caso ha puesto de relieve la creciente violencia que enfrentan los músicos en México, un fenómeno que parece estar en aumento en regiones dominadas por cárteles. Este asesinato no solo es un recordatorio de la precariedad de la vida artística en áreas de conflicto, sino que también ha generado un clamor nacional por la protección de quienes, como el Grupo Fugitivo, solo deseaban compartir su talento.

Mientras las investigaciones continúan y se detienen a varios implicados, la comunidad artística se une en un lamento colectivo, con sus canciones resonando como un símbolo de resistencia ante la impunidad. La historia del Grupo Fugitivo es un grito desgarrador que resalta la urgente necesidad de seguridad y justicia en México, donde la música y la vida de los artistas corren un riesgo constante.