Una tragedia ha sacudido a México: Valeria Márquez, una popular tiktoker de Jalisco, fue asesinada a los 23 años, y su muerte ha dejado al país en estado de shock. Según informes recientes, el principal sospechoso es su expareja, quien, según las autoridades, habría actuado de manera premeditada. Valeria, conocida por su carisma y su capacidad de hacer sonreír a miles, había compartido en sus redes sociales un oscuro secreto en sus últimos días: temía por su vida.
Durante una transmisión en vivo, Valeria lanzó un grito de auxilio disfrazado de valentía, mencionando que sentía que estaba siendo vigilada. A pesar de las amenazas que había recibido, nadie pareció tomar en serio sus advertencias. Su madre, con lágrimas en los ojos, confirmó que su hija había estado recibiendo acosos y amenazas, pero nunca imaginaron que terminaría de esta manera.
Ayer, en plena luz del día, su vida fue arrebatada de forma brutal. Los primeros reportes indican que no se trató de un robo, sino de un acto violento directo. La indignación en redes sociales creció rápidamente, convirtiendo el rostro sonriente de Valeria en un símbolo del dolor nacional. La familia y los seguidores exigen justicia, mientras la sociedad se pregunta: ¿cuántas Valerias más deben morir para que se tomen medidas?
Este caso no es un hecho aislado. En México, diez mujeres son asesinadas cada día, y muchas de ellas, como Valeria, habían levantado la voz en busca de ayuda. La historia de Valeria es un reflejo perturbador del machismo y la violencia que persiste en el país. Su muerte no puede ser en vano. Es momento de alzar la voz, de exigir justicia y de no permitir que el miedo continúe reinando. ¡Justicia para Valeria!