**SE LLEVARON EL ATAÚD DE VALERIA MÁRQUEZ: ¿QUÉ ESCONDE EL CJNG?**
La madrugada del 26 de mayo, Jalisco fue escenario de un evento escalofriante que ha dejado al país en estado de shock. En una operación quirúrgica y silenciosa, una caravana de camionetas sin placas irrumpió en el cementerio municipal y desenterró el ataúd de Valeria Márquez, una influencer cuya muerte había levantado más preguntas que respuestas. Allí, en la oscuridad, un grupo de hombres encapuchados, armados con picos y palas, llevó a cabo una extracción que parecía planificada con precisión milimétrica.
Los testigos, aterrorizados, vieron cómo estos hombres, organizados y fríos como soldados, cavaron con rapidez, sin dejar rastro de su paso. El ataúd, sellado herméticamente, era más que un simple receptáculo para un cuerpo; muchos creen que contenía secretos que alguien quería borrar a toda costa. ¿Qué información tan peligrosa se albergaba en su interior para arriesgarse a realizar un acto de esta magnitud?
La madre de Valeria, visiblemente afectada, clamó ante los medios: “No quiero venganza, solo quiero que me devuelvan a mi hija”. Su súplica resonó en todo el país, provocando una respuesta inmediata de las autoridades. Omar García Harfuch, responsable de la seguridad en la región, ordenó una búsqueda sin precedentes, rastreando cada rincón del estado en un intento por recuperar lo que habían robado.
La desaparición del ataúd ha desatado una ola de teorías y rumores sobre la conexión de Valeria con el crimen organizado. Fuentes anónimas sugieren que su influencia iba más allá de las redes sociales; era parte de una red de lavado de dinero que involucraba a figuras poderosas. La pregunta ya no es solo dónde está el cuerpo, sino qué secretos estaba dispuesto a proteger el Cártel de Jalisco Nueva Generación. La situación se intensifica, y la presión sobre las autoridades aumenta, mientras la sombra de un poder que opera en la oscuridad se cierne sobre el país. ¿Qué más están dispuestos a hacer para mantener sus secretos enterrados?