VALERIA MÁRQUEZ AMABA A UN SICARIO… Y ÉL LA HIZO MATAR


Un día tranquilo en Zapopan, Jalisco, se tornó en horror absoluto cuando Valeria Márquez, una influencer y estilista, fue asesinada en plena transmisión en vivo. Con millones de espectadores cautivos, un hombre armado irrumpió en su salón de belleza y disparó a sangre fría, poniendo fin a su vida y revelando una historia de traición y crimen organizado. Detrás de este brutal asesinato, se encuentra Ricardo Ruiz Velasco, alias “el doble R”, uno de los sicarios más temidos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Valeria, que había entrado en la oscura esfera del narcotráfico a través de una relación con Ruiz Velasco, no solo era una amante; se convirtió en una confidente peligrosa. Según informes, había presenciado actividades ilícitas y recibido amenazas de muerte. Lo que comenzó como un romance se transformó en una pesadilla marcada por el control y el miedo. Su trágica muerte el 13 de mayo de 2025, en un hecho que parecía meticulosamente planeado, ha desencadenado un clamor por justicia en México.

Mientras las redes sociales ardían con indignación, la fiscalía de Jalisco se encuentra bajo la lupa, investigando el feminicidio sin identificar hasta ahora a ningún sospechoso formal. La conexión entre Valeria y el cártel es evidente, pero las autoridades han sido acusadas de encubrir la verdad, generando suspicacias sobre posibles vínculos de corrupción.

En redes, su última frase “Karina, cierra la puerta, tengo miedo” se ha vuelto un grito de protesta. La historia de Valeria no solo es un crimen, es un símbolo de la lucha contra la impunidad y la violencia de género en México. Su legado perdura, demandando respuestas en un país donde el silencio y el miedo parecen prevalecer. La pregunta que queda es: ¿se hará justicia por Valeria Márquez o su asesinato será solo otro caso olvidado en la sombra del crimen organizado?