Selena Quintanilla falleció hace 30 años, y ahora su esposo confiesa lo que todos sospechábamos.


**Selena Quintanilla: 30 años de su muerte y el dolor de Cris Pérez**

A tres décadas del asesinato de Selena Quintanilla, su esposo Cris Pérez rompe el silencio y revela el profundo impacto que la ausencia de la “reina de la música tejana” ha tenido en su vida. En una reciente entrevista, Pérez expresa sus sentimientos sobre la pérdida de la mujer que fue el amor de su vida, compartiendo recuerdos que han permanecido ocultos durante años.

Selena, quien fue asesinada a los 23 años el 31 de marzo de 1995, dejó un vacío imposible de llenar no solo en la industria musical, sino también en la vida personal de Pérez. A lo largo de los años, él ha lidiado con el dolor de su muerte, un evento que conmocionó al mundo y marcó un antes y un después en la música latina. Cris recuerda cómo su relación comenzó como un amor prohibido, enfrentándose a la oposición del padre de Selena, Abraham Quintanilla, quien intentó separarlos a toda costa.

El amor entre Selena y Cris, que floreció en medio de tensiones familiares y desafíos, culminó en un matrimonio secreto en 1992. Sin embargo, su felicidad se vio truncada de forma brutal. Cris revela que, tras el trágico suceso, ha vivido atrapado en una tristeza profunda, sintiendo que el tiempo no ha logrado mitigar su dolor.

A pesar de haberse casado nuevamente en 2001, Pérez confiesa que el recuerdo de Selena siempre ha estado presente, haciendo que la sensación de vacío persista en su vida. “Cuando amas de verdad, su ausencia se convierte en un peso imposible de cargar”, admite. La historia de amor entre Selena y Cris, marcada por la pasión y la tragedia, continúa resonando en los corazones de millones.

La influencia de Selena sigue viva, no solo en su música, sino en su legado como símbolo de orgullo latino y empoderamiento. A medida que el mundo conmemora su vida y su impacto, Cris Pérez busca reconciliar su pasado y honrar la memoria de Selena, un amor que, a pesar de la muerte, nunca se apaga. La historia de Selena Quintanilla perdura, recordándonos que algunos amores trascienden el tiempo y el espacio.